lunes, 31 de diciembre de 2012

Un recuerdo de lo que fui, innovado por lo que soy...

Tratando de hacer un recopilatorio memorístico-humano-musical de los que me gustan hacer a final de año, a modo de resumen, recuerdo y unificación de lo que me han supuesto estos últimos 365 (366 en este caso) días, no consigo clarificar fechas, sucesos, o hitos a destacar. Supongo que por un lado es algo positivo, ya que de la primera mitad de año tengo un recuerdo más bien amargo y monótono, como una gran bola de helado que a bote pronto te gusta, pero que parece infinita según vas tomándola y terminas queriendo tirarla prácticamente entera. Una sensación curiosa, pero monótona y cansina.



Luego recuerdo un verano con un inicio de esos de guardar. Noches de calle, reencuentros y descubrimientos. Noches de confianzas, de dejarse llevar y de caer en los pequeños y placenteros pecados que nos brinda la vida. Noches de caminata, y amaneceres de playa. Paseos en soledad, de introspección y reflexión. Eternas fotografías mentales.



Y vuelta al ruedo, con energía renovada: nuevos aires, nuevas personas. Nuevos juegos y nuevos descubrires y redescubrires. Vuelta al yo, al yo liberado de la mente, lo racional; y vagamente dominado por el ello. Vuelta a las palabras, a la música, al hedonismo hallado en el maltrato de lo cotidiano... 



En verdad (tópico donde los haya), no cambiaría un ápice de este ya herido de muerte 2012. No cambiaría las lágrimas, las risas, los abrazos y los besos, los orgasmos, los engaños, los enfados y reencuentros... Pero sobretodo, no cambiaría las personas, individuales, que suscitaron tales actos...

Feliz 2013, desde mi burbuja de introspección egocentrista, con aspiraciones pastoriles.

domingo, 30 de diciembre de 2012

Cuatro.

Parece mentira que sean ya cuatro las navidades que tú butaca se queda impasible viendo el ir y venir ajetreado de unos y otros; cuatro las cenas familiares que no hay quien de cuerda al reloj, quien se aparte para dejarme salir, urgentemente, al servicio, ni quien me llene el plato con sus excedentes con el pretexto de que era joven y tenía que crecer... E innumerables los gritos, dichos y redichos, canciones mal entonadas y confidencias irracionales las que mis oídos han dejado de escuchar. ¿Quién iba a decirme que ese (para mí aún desconocido) "gracias por venir" a lo Lina Morgan, iba a ser lo último que me quedaría de ti? Tu último regalo de niño.

Y es que hoy sin comerlo ni beberlo, tras el amargo del té y el dulce de la miel, te has encarnado en tu cabezonería (o en tu poca cabeza), en tu obcecamiento y tu disfrutar de la vida, tus bromas para algunos no consideradas como tal, tu espíritu libre manchado por las restricciones de una vida que se escapa... te has re-encarnado en el pequeño gran genio que eras. En el niño que nunca se hizo adulto o el adulto que nunca dejó de ser niño, nunca lo sabré.

Y cómo no, las notas de un piano incipiente han venido a mí, y hubiese deseado poder deleitarte aquella mañana con una melodía de despedida a la altura, con un cuerpo que se desarrollase a través de distintas florituras que impregnasen con su aroma aquella, tu habitación lejana. Pero no, mis dedos eran aún inexpertos aprendices de la sincronía y no pude más que regalarte cuatro compases que resonarán en mi cabeza de por vida. Tal vez por eso nunca dejo de evocarlos...



Y con ésto sólo puedo decirte, a ti, gracias por venir...

domingo, 23 de diciembre de 2012

"Dup Tá"

Y de las noches en vela y los días de bata, con estrellas y sin luna, llegaron los viernes y sus diversiones. 

Viernes de zapatos y carpeta, de caminatas y esperas, de fonendo y de alcohol-gel. 
Viernes de fin-de-semana, de charlas en torno a un 20 minutos y de diversiones personales.
Viernes de intrigas, de casa y perra, de ensueño y piano.

Pero sobretodo viernes de viernes, mi viernes, mi día de no pensar o de hacerlo demasiado, de no sentir o de desbordar de sentimientos las orejuelas,  de diversión y de ponerme yo mismo con una daga oprimiendo mi garganta, notando a cada latido, cada pulsación, cómo se hunde un poco más en mi carne para abandonar esa sensación al instante siguiente.


domingo, 16 de diciembre de 2012

Y ahora yo quiero jugar a ser gigante

Y en émbolo, entró directo a una vía central, directa al corazón y por tanto, a la circulación sistémica. Rápidamente llegó al cerebro, encéfalo o coco (según gustos), y se expandió por todas sus circunvoluciones, todos sus recovecos y repliegues, sin excepción alguna. Fue intoxicando todas las células que pillaba por su paso y viciando el comportamiento de cada una de las sinapsis que inundaba.

Como una mala hierba que crece descontrolada, en pocos minutos esa idea, obsesión sentida, se había instaurado como un dogma de fe, una forma de vida, un mal veneno que invade y cambia radicalmente la actuación, un virus que toma el poder y gobierno de aquello que infecta... un régimen ideocrático que aplasta a todo atisbo de mi propio gobierno, mi manida y desgastada autocracia...

Sin darme cuenta no soy yo (o al menos el yo que creí ser) y no me considero dueño de mi actuar. No recuerdo el punto de inflexión, el lugar de la infección o la causa exacta de la pandemia que, sin yo buscarlo, me ha dotado de un nuevo cariz. 




Tal vez deba dejar de buscar las razones, y disfrutar un poco más de la aleatoriedad existencial que me rodea... Al fin y al cabo, ¿no se basa en eso lo absurdo de nuestra existencia?

lunes, 10 de diciembre de 2012

Una tarde cualquiera de estudio

Y en el hastío de la embriaguez de conocimientos, en la desolación de una habitación que no ofrece más que unas cuantas hojas manuscritas bajo la luz de una bombilla titilante; desistir de toda cordura y ceder al cálido arrullo de una melodía amiga, y ser partícipe de ella.


Y volar, y soñar, y dejar las manos flotar sobre unas teclas conocidas, en busca de una melodía por descubrir... 
Y tocar y oír, y ver y sentir, y oler y correr por los ríos de emoción, de vida, de ser que se derrochan en cada vibración desprendida...
E identificar el soplo, madera y cristal, cuerda y metal de cada una de las ochenta y ocho maravillas que exhalan su aliento a cada martillazo, cada golpe, cada pulsación...

sábado, 8 de diciembre de 2012

La vida como un puñal hay veces que duele...

No hay nada más gratificante que sentirse querido. Ese calor que nace de lo más profundo del pecho y se irradia, calentando hasta el último recoveco de tu cuerpo aún en el invierno más frío. Esa hinchazón que se extiende, haciéndote caminar más derecho, más erguido, más entero... más persona. Esa fuerza que te hace levantarte por las mañanas con una energía que derrochar a lo largo del día, y repartir sonrisas de donde sólo puedes sacar llanto. Ese secar océanos para repartir luz. Es una sensación de esas que se guardan en una cajita, en lo más hondo de lo que llaman "corazón". 

Y por el contrario existe también esa sensación gastrocéntrica, con afán retráctil y consumista. Todo se encoje, se empequeñece, y los nudos se suceden desde la boca hasta los intestinos. Todo se asfixia, se estrangula, y los sudores fríos comienzan a correr. Ríos de agua perdidos por los poros, que hielan la sangre y la piel. Amargor recorriendo la selva de papilas, acidez y sequía; rechazo somatizado...

Dos opuestos inconjugables, pero emulsionables. Nudos henchidos de grandeza, sudores cálidos como ninguno, caminares rectos en la inconmensurable pequeñez de mis entrañas... Soledad en la más certera de las compañías...

Un tormento irónico y satírico, que cíclicamente ataca la cordura del seso, la realidad del ensueño.


jueves, 8 de noviembre de 2012

Déjame, que enloquezco...

"Y si quieres conocerme,
no me observes, mírame."
Mägo de Oz

Hablemos de sexo. Hablemos de amor, de política, de pasados vergonzosos y futuros inciertos... pero sobretodo, hablemos de sexo.

No me dejes de recordar aquel momento en que decidí entrar en la vorágine que me envuelve; aquella mano que asomaba, tierna, a la que me agarré como si de ello dependiese la supervivencia de añadas venideras, y la cual me soltó y yo seguí arrastrando durante meses. 
No me dejes olvidar los partidos de ping-pong que se jugaban en terreno neuronal, en las sinapsis erróneas e inequívocas que conforman lo que algunos se atreven a llamar persona. Las noches en vela, y las lágrimas vertidas para saciar aquella sed salina, hambre de emoción, de linos y algodones.

Hablemos de todo, y hablemos de sexo. De derechas e izquierdas. De lo olvidado y lo no recordado, y de lo que a sangre se graba sobre lo grabado en fuego.
Hablemos de nada, y hablemos de sexo. De los días con sus no-días, y las noches con sus lunas llenas perrenes, ocultas bajo mantos estelares de H2O.

No sé muy bien que quiero decirte, pero a ciencia cierta, tampoco qué quiero ocultarte... o negarte... o gritarte secretamente. 
No sé si quiero amarte, u odiarte, o simplemente serte indiferente. 

Sólo sé que las horas son segundos, y los guantes; son mitones.


sábado, 13 de octubre de 2012

Grito desesperado al subconsciete

Despertarse entre sábanas y sudores, entre almohadones y legañas. Vislumbrar la luz allá afuera, el ruido, la ciudad y los pájaros, y volver a entrecerrar los párpados, impidiendo que esos reflejos molestos te cieguen. Dar una vuelta, dos... buscar en la almohada algún recoveco de frescor, y con los pies el aire cargado bajo las sábanas.

Y entonces, en ese segundo en que te debates entre el sueño y la vigilia, entre realidad y fantasía, volar. Volar y huir de la mente, del cuerpo y de esas sábanas gastadas. Perderse en el aire, diáfano. Retozar entre los pensamientos de hoy, ayer y mañana, y entre los deseos pasados, anhelos presentes, y caos futuros.

Y darse cuenta, en ese segundo, de todo; da igual si cierto o falso. Darse cuenta de ese corazón fragmentado, y esos cientos de latidos ectópicos que luchan por proclamarse vencedores sobre el resto. Darse cuenta de esas ilusiones, opuestas, que se enfrentan en las arenas más sangrientas de tus cavilaciones. Y en ello, olvidarse de que se es persona, sentirse idea, pensamiento... sentirse segundo y minuto. Y odiarse.

Odiarse por ser, y por no ser. Por tener y no dar, y no tener y derrochar. Eterna antítesis de la mente, del estático fluir, y de los aluviones de pasividad.

Soy.

Siento, quiero, necesito...

martes, 18 de septiembre de 2012

X

Extraño, como libre. Con tiempo que gastar e historias que escuchar, historias que vivir e historias que contar.

La hierba, cómplice de confesiones, de palabras salidas de muy dentro. Cómplice del tiempo, de las necesidades, de los delicados pasos de bailarina sobre un campo de minas... cómplice de fantasías, de sueños, de libertades y guitarras, del Sol, la lluvia, la tierra... cómplice de cómplices, espía superfluo de banales cavilaciones.

Noche, oscuridad, fresco y piano. Y sueño y ensueño. Y piano... y piano.... y más piano....

lunes, 17 de septiembre de 2012

Rumbo a uno... y a otro

Y vuelta al ruedo. Más sangre, más sudor, más ojeras y menos tiempo.
Nuevos aires; aires fríos, o cálidos tal vez. Aires de grandeza y de inferioridad, de curioso y atrevido tal vez.
Nuevos viejos deseos que pasan a formar parte de ese gran cajón de sastre de lo que nunca pudo ser; o no quiso, o tal vez nunca llegó. Nuevos viejos deseos que empiezan a coger polvo y a arrinconarse para, ojalá, por casualidades del azar, volver a relucir meses más tarde.
Nueva etapa, que poco o nada tiene de nueva, más allá de lo puramente psicológico, del carácter que un yo, subjetivo, quiera darle.
Nuevas divagaciones, nuevos pensamientos, conocimientos, cimientos sobre los que asentar una vida que se crea...

Nuevos, nuevas... que al final no son, sino viejos, viejas...

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Durante otro de esos instantes imposibles, la ciudad se irguió, reconstruida e irreconocible, más alta de lo que nunca había esperado ser, más alta de lo que el hombre la había edificado, erguida sobre pedestales de hormigón triturado y briznas de metal desgarrado, de un millón de colores, con un millón de fenómenos, una puerta donde tendría que haber habido una ventana, un tejado en el sitio de un cimiento, y, después, la ciudad giró sobre sí misma y cayó muerta.
El sonido de su muerte llegó más tarde.
Ray Bradbury


jueves, 30 de agosto de 2012

Un, dos, tres y... clap, clap, clap.

Treinta de agosto, el verano agoniza. Las noches se distienden, se dilatan en danzas renovadoras y frescas. La boca, seca. La garganta, afónica de tanto gritar en silencio. Los pies, cansados, doloridos, reventados de hacer kilómetros en caminos de segunda, repletos de pequeñas piedras que admirar.

Se siente el fin, lejano, a la vuelta de la esquina. Y cómo se agolpan momentos tan intensos, cómo se condensan en un segundo, en tres palabras, cuatro suspiros... Respira.

Respira y vuelve a respirar. Notando el fluir constante del mar, la tierra, la montaña, el asfalto de Madrid, la luna de la Tierra, las estrellas pérdidas en masías o tal vez en vastos campos asalvajados. Respira.

Euforia, besos, sexo, decepción, enfado, frustración, cariño, reencuentro, perdón, abrazos, nostalgia, confusión, lágrimas, sonrisas, saltos, paseos, miedo, ternura... Sobretodo euforia y besos. Y sexo. Y decepción, enfado y frustración. Y el cariño del reencuentro. Y también el perdón, los abrazos nostálgicos, la confusión. Y las lágrimas sonrientes, los saltos paseando. Y el miedo y la ternura. Sobretodo eso.

Nunca es tarde para crecer, pero tampoco para ser niño de nuevo...

miércoles, 1 de agosto de 2012

Cuando el sol calienta

De las mañanas de sábanas y las tardes de insomnio, la casa sin barrer y el espíritu límpido. El silencio en las orejas. Las estrellas, compañeras. Los chorros, el frío, el verde y el gentío.


Olvidar de amar, de pensar, de echar y hechar. Olvidar de hablar, de oír, de llamar y ser llamado. Olvidar de olvidar, de indagar, de buscar y rebuscar.


El todo y la nada fusionados en un mismo ser inexistente, impensable, intrínseco, incalculable, etéreo e imperdible.


Tan solo un amanecer más que calienta con la fuerza suficiente para derretir los restos de mi glaciar.

lunes, 16 de julio de 2012

Grotesco es la palabra

Y mientras el aire sigue barriendo las hojas del asfalto, yo sigo henchido, desbordado, a-punto-de-estallar. No me dejo tregua en mi descanso y no aparto del foco de atención mi desconocido subconsciente. Siempre el subconsciente. ¿Qué tendrá para poder jugar con nuestra voluntad a su antojo, sin aun nosotros enterarnos de sus deseos?



Y desde el fondo de mi mente, lo único que alcanzo a oír es una risa irónica y burlesca, casi colindante con el mal gusto.

martes, 10 de julio de 2012

Hoy... ¿o tal vez mañana?

Caídos los párpados, las manos laxas, añejas, débiles sobre los muslos. Sólo se escucha el murmullo de una brisa que expira sobre unos labios resecos y cuarteados, buscando alguna abertura en la pared, para abandonar la sala.



Un soplo de energía que va en pos de un nuevo destino. Otro humano, un animal, un objeto... O tal vez un imperecedero vegetal.

martes, 3 de julio de 2012

Aquí y ahora.

Y no hace falta más que un simple silencio repleto de acordes que ascienden hasta perderse en el verde de los árboles y el rosa de las nubes, para darse cuenta... el momento ha llegado.



Es éste, y no voy a desaprovecharlo.

domingo, 1 de julio de 2012

Rarezas

Si hay algo que voy aprendiendo con los años, es a llevarme palos, palos y más palos. 
Y a seguir adelante. 
Y a luchar por lo que quiero. 
A no callarme. 
A gritar y a ser egoísta. 



Me dice que estoy descolorío, 
la empiezo a besar...
A ver qué me dice después.

miércoles, 27 de junio de 2012

Corazón, nudo y ptisis

Sentirse solo, desamparado en la más absoluta de las avalanchas humanas. Rodeado y frío, aislado. No interesa ver lo que no gusta, es mucho más fácil cerrar los ojos y mirar para otro lado, y seguir, vivir como si no ocurriese nada, y sólo prestar atención a lo que agrada; a esas personas, situaciones, momentos o circunstancias.


Si de verdad te importa una persona, tienes que agarrarla. Asfixiarla y atosigarla cuando lo necesite, para después dejarla volar, libre y en paz. Es un constante tira y afloja de una cuerda que, si se hace bien, nunca partirá. 



¿Es mucho pedir unos brazos que me zarandeen de vez en cuando?

sábado, 16 de junio de 2012

Oubliez donc, tous vos clichés

Y despojarse de todos los disfraces, las apariencias, los antifaces e ideas preconcebidas, los juicios y valores. Tirar por la borda años de aprendizaje para este mundo lleno de hierros ardiendo por la espalda.
Desnudarse por fuera y por dentro, vaciarse y verterse hasta la más absoluta de las nadas.






Volver a la inocencia del que descubre, al miedo del que desconoce y al juego del que aprende, y no dejar que eso sea mancillado por nada ni nadie. Que eso sea, y como tal siga, evolucione, crezca...

sábado, 9 de junio de 2012

Hoy


Personas. Únicas. Individuales. Con sus pequeñas imperfecciones que son las que les caracterizan, nos caracterizan. Nuestras vivencias, nuestros hábitos y costumbres nos hacen irrepetibles, especiales y sólo por ello merece la pena pararse a conocer, a escuchar cada historia que una persona cualquiera pueda tener. Su historia, su vida… su narración en primera persona de una aventura que bien puede haber arrancado o bien puede estar ya arañando  la “meta”.

Personas. Únicas. Individuales. Y sólo por eso mismo entrañables, suscitadoras de cierta curiosidad insaciable, de un ansia de saber, de conocer. ¿Por qué lloraba aquella chica del metro? O ¿por qué aquel anciano tenía esa mirada perdida, anclada en un horizonte bien infinito? ¿Qué se le pasará por la mente a ese niño de 5 años que con la curiosidad de quien examina un marciano, analiza esa rama de enebro?

Personas. Únicas. Individuales. Que me hacen darme cuenta de por qué elegí esta carrera, esta profesión. Que me hacen darme cuenta de que tanto nombre y tanta ciencia no valen de nada si no se ejercita lo que unos llaman corazón, otros hipocampo, alma, energía vital…. Empatía al fin y al cabo.

Personas. Únicas. Individuales. De cuyas vidas quiero poder tomar parte, conocer, indagar dentro de lo que se me permita, escuchar, aprender, y sacar conocimiento de todas ellas. Vivir mil y una vidas a través de sus historias.

En estos días de incomunicación, de no-hay-tiempo-ni-para-dormir, es cuando realmente me doy cuenta de la razón de ser de la condición humana. El prójimo. El contacto humano. El herir y ser herido, el querer y ser querido, el tocar y ser tocado. El dar y recibir que tanto se oye, y que tan humanos nos hace.



Siento que lo estoy perdiendo pero, que a la vez, me estoy llenando de él.

jueves, 7 de junio de 2012

Uno.

Uno de seis. Uno de tres. Uno de un millón. Uno de uno.

El tiempo pasa, impasible ante la atónita mirada de los que se paran a fijarse en él. Pasa y cura, pasa y hiere, pasa y junta, y separa, y deshace y rehace de las cenizas...

domingo, 27 de mayo de 2012

3...2...1.

Harto.


Harto es la palabra. Harto de huir, de escapar. De esconderme bajo esta coraza férrea que se derrumba cada noche en la almohada. Harto de volver constantemente a mi infancia, mi pasado y de refugiarme cálidamente en él. Harto de quedarme bloqueado frente a lo que viene, lo que vendrá, lo que vino... Harto de no saber reaccionar, de ser una puta estatua de hielo sin reflejos que traga, y mira impasible lo que ocurre a su alrededor; respira, consume, gasta, y no saca nada en claro.


Tedio, hastío, cansancio, embotamiento, desfallecimiento...


Nudo y mar, trueno y tormenta. Tormenta. Tormenta. Ruido. 


Harto de nacer, de re-nacer y de volver a jurarme que esto llegará a cambiar algún día. 






Mueve un puto dedo, nadie lo hará por ti, ha quedado demostrado...

lunes, 14 de mayo de 2012

Ciclicidad

Una, otra, otra más y vuelta a empezar. Como un juego de azar en el que tienes todos los boletos comprados y sólo te falta saber cuál es el ganador. 


No hay certeza más grande, ni seguridad más absoluta. Sólo te queda respirar, hincharte, sentir cómo se llena, cómo se vacía... notar la hendidura, la brecha que separa tus pulmones y echar a volar.
No hace falta más. Aire, y hierba por almohada. Unos pies que te ayuden a caminar, a bailar, a dar una vuelta tras otra frenéticamente hasta caer rendido en el más allá, en el suelo del infinito perdido y alejado de toda racionalidad...






Una, otra, otra más y vuelta a empezar.


Y vuelta a empezar...

martes, 8 de mayo de 2012

Rechazo...

A la gente, la sociedad, a las personas de las que tanto necesito y sin las cuales no soy tal.
A las modas, las convenciones sociales, lo establecido.
A la "normalidad", la moralidad, a las normas que alguien inventó, impuso y plasmó en las débiles mentes humanas.
A la música, al arte, a toda forma de expresión humana.
Rechazo a la humanización, a toda alteración de la naturaleza, a todo cambio que desvía al mundo de su eterno cauce hacia un aciago fin.



Hoy, mientras iba en el metro, una sola persona me ha evocado todos estos pensamientos mientras escuchaba "Alegria" del Cirque du Soleil. ¿Irónico, no? Pero es que tanto comportamiento tan humano, tan egoísta, obsesivo, perfeccionista y divinizado. Tanto avasallamiento inconsciente, invasión del halo ajeno... no he podido. 
Por una sola fracción de segundo he deseado la completa destrucción de nuestra raza y de todo lo creado por nosotros.



jueves, 3 de mayo de 2012

Explosión...

Y huir de esta corporeidad tangible del yo, hacia páramos inabarcables, inconmensurables, inconcebibles para esta cárcel que retiene todo atisbo de libertad.
Y fusionarse con el astro rey, para luego besar la lluvia, acariciar las nubes y reposar, alegre y plácidamente, en la nada que todo lo llena.


Un sentimiento que rompe con toda somatización para hacer tangibles los anhelos del ello, que se desliga de las represiones y cordialismos que durante tanto tiempo la han sometido al yugo de una mente rota, escindida, casi maravillosa podría decirse.
Una expansión que llega a cada átomo desatomizado, a cada partícula de antimateria que ha pasado a componer el cuerpo pútrido y enfermizo en que se hallaba. 


Grandes cambios de concepción, de estructura, de vida, de color, hora y fuego.
Grandes avances, roturas, pérdidas y anhelos embriagados por el etílico de su culminación.

Podrán cortar todas las flores...


En el fondo no somos tan diferentes. Sólo que tú aprovechas el tirón de la vida...

"Tu mundo posible"

No debe de ser tan complicado volver, ¿no?


It was so easy and the words so sweet
you can't remember, you try feel the beat

martes, 1 de mayo de 2012

SoI

Como una enfermedad que se propaga, una sinrazón que no perdona, una desazón que no termina.
¿El origen? Puro infestamiento de un germen que se aferra como un árbol a la tierra, y florece y recubre todo con su podredumbre, hierro y óxido.
¿La causa? Un trastorno, una idea delirante, un complejo de falsa superioridad anclado a una vacua seguridad.
¿La erradicación? ...




Y deshacerme ya, por fin, de estos nudos que me impiden tragar saliva.

jueves, 19 de abril de 2012

Porque sí pero no. Porque no... pero sí...

Como aire gélido que se enclava en los pulmones, atravesándolo todo y fracturándolo hasta la extenuación. 
Como aire gélido que inunda los pulmones y te llena de vida, de sentimiento, paz, mar y océano.
Como aire gélido que te recuerda que existes, que eres, que estás vivo.
Como aire gélido que no te deja respirar, que te colapsa los pulmones y a la vez los hincha hasta hacerlos reventar.
Como aire gélido que te acuna en una noche cerrada.
Como aire gélido.


Y aún hoy, desconozco la manera de recomponer todos estos añicos...

miércoles, 4 de abril de 2012

And dream again...

Terror, pavor, nudos, angustia, vértigo, desvanecimiento, vahídos, temblor, ruido, estremecimiento, escalofrío, luz, cueva, oscuridad, retorcimiento, mareo, caída, agotamiento, lluvia, espasmos, dolor, crujidos, roturas, tensiones... libertad...


Libertad... silencio...


Silencio... verdad...


Verdad... sentimiento...


Sentimiento...



martes, 3 de abril de 2012

Deslízate...

 "La publicidad nos hace desear coches y ropas, tenemos empleos que odiamos para comparar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos. No hemos sufrido una gran guerra, ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seríamos millonarios, dioses del cine o estrellas del rock, pero no lo seremos y poco a poco nos hemos dado cuenta y estamos, muy, muy cabreados."



"No somos nuestro trabajo. No somos nuestra cuenta corriente. No somos el coche que tenemos. No somos el contenido de nuestra cartera. No somos nuestros pantalones... Somos la mierda cantante y danzante del mundo."



"En mi opinión nadie debe realizarse, yo digo: deja de ser perfecto. Yo digo: evolucionemos, no intentemos cambiar el futuro. Mi postura es esa, pero podría equivocarme y acabar todo en una terrible tragedia."


lunes, 2 de abril de 2012

Panta Rei

Lo que hoy es negro, ayer fue blanco y mañana será... de otro color.


Esa es la premisa que rige mi vida de un tiempo a ahora. No hay nada seguro, nada fijo. Las primeras impresiones no sirven más que para crear falsas ilusiones, fantasías efímeras, y quebraderos de cabeza. Lo perenne se vuelve caduco, y ya estoy cansado de recoger las hojas de mi jardín.


Tal vez esté hecho para pensar. Pensar en solitario, y echar de menos. Echo de menos lo que tengo. Lo que tuve y no guardé. Lo que creí tener, y nunca fue. Suena melancólico, pero no lo veo negativo hasta cierto punto. 


Ayer me fui a perderme por la inmensidad de Madrid. Por sus callejuelas estrechas que aún le quedan, descubriendo infinidad de plazas, jardines, terrazas, rayos de Sol cargados de vida. Fue una infusión perfecta para empezar la semana. Semana de descanso, de recargar pilas... de recoger los pedazos del invierno, limpiarlos, colocarlos y clasificarlos en una cajita; junto al resto de inviernos.


Waiting for a shock to bring me back to life...


sábado, 31 de marzo de 2012

Nimio

Parece mentira lo que un simple momento puede implicar en toda nuestra existencia. Un segundo, una palabra, un gesto, puede cambiarlo absolutamente todo en esa línea temporal que conforma nuestra biografía. Y por eso no debemos arrepentirnos de lo hicimos o dejamos de hacer, porque si eso cambiase, dejaríamos de ser nosotros. Nosotros tal y como nos conocemos.


Sin embargo no puedo evitar pensar qué sería de mí si no hubiese marcado esa casilla que me ata a 6 años de carrera y a toda una vida de estudio; si no hubiese marcado esa otra que me unió a mis compañeros y más tarde amigos; o si no hubiese hecho o dicho tantas cosas que hice y dije, que marcaron un punto de inflexión en varias de esas nuevas relaciones.




Es inevitable pensarlo, aunque siempre termino con la misma sensación de haber perdido el tiempo. Por volver a poner el mismo disco, no van a cambiar las canciones...


¿O sí?

lunes, 26 de marzo de 2012

Culpas

"You're not as brave as you were at the start
Rate yourself and rake yourself,
Take all the courage you have left
Wasted on fixing all the problems
That you made in your own head"


Creando falsas ilusiones constantemente, una y otra vez. Buscando problemas donde no los hay, palabras hirientes en simples y llanas enunciaciones, subjetividad en la emanación de la objetividad. Tratando de encontrar lo inexistente, de edificar sobre un lodazal, y de saborear el máximo amargo de una onza de valor.

Son actitudes que llegan, que llegan y no quieren irse. Y las echo. Y vuelven para que las vuelva a echar en un bucle infinito.

Sólo espero poder gritarles tan fuerte que no quieran aparecer por aquí en un tiempo.

Sólo espero volver a sonreír al ver una nube morir.

sábado, 24 de marzo de 2012

Ebrio de nada

Tenue luz, embriagante música, humo etéreo... 
Todo te hace flotar en ese ambiente cargado, abarrotado, mágico, especial.
Los problemas del día a día, las mil y una vueltas a cosas sin sentido y las preocupaciones por las banalidades venideras se esfuman. Pasan a un plano que subyace en lo más profundo y todo se llena de nada

Parece que en cualquier momento fuese a echar a volar; vaya a cerrar los ojos y me encuentre sobrevolando océanos, montañas nevadas, lagos arrinconados por frías cordilleras. Volar con nada y sin nada, cortando el viento de frente y sintiendo sin sentir hasta el último átomo de mi cuerpo.



Y vender mi alma por un poco de felicidad...



jueves, 22 de marzo de 2012

"Go go go away, I wish you'd disappear.
All that's left is a ghost of you.
Now we're torn torn torn apart,
there's nothing we can do.
Just let me go, me against you.
Now wait wait wait for me.
Please hang arround,
I see you whan I fall asleep.
Hey! Don't listen to a word I say.
Hey! The screams all sound the same.
'Cause though the truth may vary,
this ship will carry our bodies safe to shore."



No importa cual sea sea el camino, siempre habrá trabas. Siempre encontramos obstáculos, estorbos, "piedras en el camino" que se diría. Pero somos nosotros los que tenemos que saber cómo utilizarlas; saber exprimir de cada piedra el jugo del seguir adelante, del "no importa" y del "otra vez será". 

De un modo pragmático nuestras vivencias sólo servirían para mejorar, para no volver a equivocarse y para aprender. Quiero creer que también hay más allá de ello. Las hostias duelen, y se aprende de ello, sí... pero quiero creer que ese dolor tiene cierto significado, que lo almacenamos en la más recóndita sinapsis de nuestro inmensa red cerebral para poder acceder a él en cualquier momentos y regodearnos en él. Recordar su sabor, su amargura o dulzura, su entorno; su ser en definitiva.

Tal vez ese querer creer se basa sólo en el terror a no poder volver a sentir cada momento, a no poder revivirlo. Tal vez es solo un  mero intento por desmenuzar y analizar fríamente cada situación, creyendo así, vanamente, que se vive del todo. Pensándolo bien, es todo lo contrario. Es una desnaturalización de la vida. Un tratar de privar a cada momento de su personalidad, de su ser único.

Pensamientos inconexos, contradictorios, y mal estructurados. Eso son estas palabras. Un afluir de mi consciente.

Un pequeño trozo de mi kaos...