jueves, 22 de marzo de 2012

"Go go go away, I wish you'd disappear.
All that's left is a ghost of you.
Now we're torn torn torn apart,
there's nothing we can do.
Just let me go, me against you.
Now wait wait wait for me.
Please hang arround,
I see you whan I fall asleep.
Hey! Don't listen to a word I say.
Hey! The screams all sound the same.
'Cause though the truth may vary,
this ship will carry our bodies safe to shore."



No importa cual sea sea el camino, siempre habrá trabas. Siempre encontramos obstáculos, estorbos, "piedras en el camino" que se diría. Pero somos nosotros los que tenemos que saber cómo utilizarlas; saber exprimir de cada piedra el jugo del seguir adelante, del "no importa" y del "otra vez será". 

De un modo pragmático nuestras vivencias sólo servirían para mejorar, para no volver a equivocarse y para aprender. Quiero creer que también hay más allá de ello. Las hostias duelen, y se aprende de ello, sí... pero quiero creer que ese dolor tiene cierto significado, que lo almacenamos en la más recóndita sinapsis de nuestro inmensa red cerebral para poder acceder a él en cualquier momentos y regodearnos en él. Recordar su sabor, su amargura o dulzura, su entorno; su ser en definitiva.

Tal vez ese querer creer se basa sólo en el terror a no poder volver a sentir cada momento, a no poder revivirlo. Tal vez es solo un  mero intento por desmenuzar y analizar fríamente cada situación, creyendo así, vanamente, que se vive del todo. Pensándolo bien, es todo lo contrario. Es una desnaturalización de la vida. Un tratar de privar a cada momento de su personalidad, de su ser único.

Pensamientos inconexos, contradictorios, y mal estructurados. Eso son estas palabras. Un afluir de mi consciente.

Un pequeño trozo de mi kaos...

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