jueves, 28 de mayo de 2015

El hombre no reposa:

[...]quien reposa es su traje
cuando, colgado, mece su soledad con viento.
Mas, una vida incógnita como un vago tatuaje
mueve bajo las ropas dejadas un aliento.


Y el agua de la lluvia viaja sobre su cara sin más compañía que una amarga lágrima amiga, compañera, hasta lo más profundo de su latir, de su sentir.
Por siempre, ese nudo...

martes, 31 de diciembre de 2013

Y llegó la oscuridad

Estoy harto de este teatro constante en que he convertido mi vida, dónde ya no sé si sigo siendo el director o soy un mero actor, o tal vez un simple espectador víctima de la farsa inagotable que se le está contando.
Siento un vacío incomprendido que lleno de mentiras, de esperanzas y falsos recuerdos, de sueños que nunca llegarán, de promesas marchitas que sé que no se cumplirán, de personas que fueron y ya no serán...
Me miento, y lo hago constantemente. Soy víctima de la trama mejor urdida, cuajada y enrevesada, de tal forma que por mucho que tire de los hilos sólo llegaré a nudos y madejas desentrañables dónde se acaba mi camino a la verdad. Soy una marioneta de cuerdas invisibles que mis propias manos manejan, ajenas a mi consciencia.
Soy egocentrismo e histrionismo. Soy bondad enardecida en la más cruel de las tiranías. Soy la noche arrogante y el día benevolente. 



¿Acaso sé lo que soy...?


sábado, 26 de octubre de 2013

Regreso

Hacía tiempo que venía sintiendo el impulso y necesidad de volver a estas líneas silenciosas, calladas y perdidas en algún rincón del vasto mundo cibernáutico. De expresar coherente y descoordinadamente mi fluir sináptico, mi discurrir neuronal, mis vulgarmente llamadas idas-de-olla, reconcomes o tres-pieses

Ha llovido, y mucho. Me he mojado y me he secado, he corrido por nimios charcos llenos de lodo y me he rebozado en ellos gustoso, saboreando el barro y el agua, la tierra, el licor y la amargura. He gritado a los cuatro vientos, he volado de felicidad, he henchido mi pecho en lo más alto de las montañas y lo he vaciado en las llanuras abisales. He paseado, cabizbajo y afligido, por las llanuras más desérticas y húmedas; y me he perdido en los pasillos de mi mente, de la tuya... innumerables veces. Dando vueltas para llegar al mismo punto, ideal, perfecto, mío, tuyo, nuestro. Sin más necesidad que ese punto, redondo, esférico, cuadriculado y sin forma. Esa sensación cálida y fría, que me hiela las ya de por sí gélidas entrañas y me devuelve la necesidad vital de respirar, de gritar, de correr, de descansar rendido a los pies del pino.

Un nudo cambiante que se ata y se reata. Y se vuelva a atar y a anudar. Y se tensa, y se deshace, pero que a la vez, a cada momento que pasa, permanece más fuertemente unido.

Como he anunciado al principio, vuelvo a mi coordinada descoherencia.


¿O era al revés?

sábado, 23 de febrero de 2013

Hace tiempo que no lloro

Que no enjuago y purifico mis frustraciones, mis rabias y mi penas. Las guardo. Las guardo en el baúl del rencor y las espinas clavadas que atraviesan la carne hasta el latente interior, bajo llaves y candados, esperando no recurrir a ellas. 

Hace tiempo que no lloro y no libero a mi niño, tierno, dulce e inocente. Que no me abandono a unos cálidos brazos conocidos, y a un hombro que recoja el amargo licor que mana incesante. Que no siento una mano ajena rozándome las mejillas y susurrando que todo irá bien. 

Parece que mis pupilas han olvidado cómo fabricar agua de mar, y que mi pecho y mi garganta no recuerdan el nudo de la opresión. 

Hace tiempo que mi rostro permanece impertérrito ante cualquier noticia o hecho, y que nada perturba la impasible expresión de mis labios, dibujando una pintoresca mueca de disconformidad.

Hace tiempo que no lloro, pero a veces...



... lo requiero más que el respirar.


domingo, 3 de febrero de 2013

Como fue y será, es...

Sólo necesito un poco de libertad, un estallar contra la brava marea, y un paseo lluvioso en solitario... ¿Es mucho pedir?


Y una noche... y otra... y otra... y otra más, de paseos y confesiones, de cervezas y luna llena, de familia y comprensión, de películas bajo la manta...

jueves, 24 de enero de 2013

Un día normal, de una tarde de estudio

Parece mentira que aún hoy, en esas tardes de vacío y de cabeza, de recuerdos y canciones, de vientos, soplos y mordiscos, de lluvias y soledades, margaritas, campo y sol... parece mentira que añore lo que no fue... añore lo que no fue y me ensueñe con lo que el miedo destruyó.


Pero parece ya que las aguas vuelven a su cauce, y los sueños fluyen sin control por entre los recovecos que hallan a su caótico paso, impregnándolo todo de una nueva savia que, espero, crecerá sin control.

lunes, 31 de diciembre de 2012

Un recuerdo de lo que fui, innovado por lo que soy...

Tratando de hacer un recopilatorio memorístico-humano-musical de los que me gustan hacer a final de año, a modo de resumen, recuerdo y unificación de lo que me han supuesto estos últimos 365 (366 en este caso) días, no consigo clarificar fechas, sucesos, o hitos a destacar. Supongo que por un lado es algo positivo, ya que de la primera mitad de año tengo un recuerdo más bien amargo y monótono, como una gran bola de helado que a bote pronto te gusta, pero que parece infinita según vas tomándola y terminas queriendo tirarla prácticamente entera. Una sensación curiosa, pero monótona y cansina.



Luego recuerdo un verano con un inicio de esos de guardar. Noches de calle, reencuentros y descubrimientos. Noches de confianzas, de dejarse llevar y de caer en los pequeños y placenteros pecados que nos brinda la vida. Noches de caminata, y amaneceres de playa. Paseos en soledad, de introspección y reflexión. Eternas fotografías mentales.



Y vuelta al ruedo, con energía renovada: nuevos aires, nuevas personas. Nuevos juegos y nuevos descubrires y redescubrires. Vuelta al yo, al yo liberado de la mente, lo racional; y vagamente dominado por el ello. Vuelta a las palabras, a la música, al hedonismo hallado en el maltrato de lo cotidiano... 



En verdad (tópico donde los haya), no cambiaría un ápice de este ya herido de muerte 2012. No cambiaría las lágrimas, las risas, los abrazos y los besos, los orgasmos, los engaños, los enfados y reencuentros... Pero sobretodo, no cambiaría las personas, individuales, que suscitaron tales actos...

Feliz 2013, desde mi burbuja de introspección egocentrista, con aspiraciones pastoriles.