sábado, 31 de marzo de 2012

Nimio

Parece mentira lo que un simple momento puede implicar en toda nuestra existencia. Un segundo, una palabra, un gesto, puede cambiarlo absolutamente todo en esa línea temporal que conforma nuestra biografía. Y por eso no debemos arrepentirnos de lo hicimos o dejamos de hacer, porque si eso cambiase, dejaríamos de ser nosotros. Nosotros tal y como nos conocemos.


Sin embargo no puedo evitar pensar qué sería de mí si no hubiese marcado esa casilla que me ata a 6 años de carrera y a toda una vida de estudio; si no hubiese marcado esa otra que me unió a mis compañeros y más tarde amigos; o si no hubiese hecho o dicho tantas cosas que hice y dije, que marcaron un punto de inflexión en varias de esas nuevas relaciones.




Es inevitable pensarlo, aunque siempre termino con la misma sensación de haber perdido el tiempo. Por volver a poner el mismo disco, no van a cambiar las canciones...


¿O sí?

No hay comentarios:

Publicar un comentario