jueves, 19 de abril de 2012

Porque sí pero no. Porque no... pero sí...

Como aire gélido que se enclava en los pulmones, atravesándolo todo y fracturándolo hasta la extenuación. 
Como aire gélido que inunda los pulmones y te llena de vida, de sentimiento, paz, mar y océano.
Como aire gélido que te recuerda que existes, que eres, que estás vivo.
Como aire gélido que no te deja respirar, que te colapsa los pulmones y a la vez los hincha hasta hacerlos reventar.
Como aire gélido que te acuna en una noche cerrada.
Como aire gélido.


Y aún hoy, desconozco la manera de recomponer todos estos añicos...

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